Te miro con impaciencia de sueños mientras alerto a mi cuerpo de que, así desnudos, hay riesgo de combustión espontanea. Quememonos, me digo, con este sudor al borde del invierno.
Y este silencio de mirarnos antes de cerrar los ojos para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda, callejón sin salida ni ropa, con alguna canción que me sepa de memoria y te diga al oído. con las sábanas sucias de nosotros, el despertador no molesta en este momento. Mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca. Su risa es un vicio y lo demás me da igual. Por eso, me pongo serio y romántico, y con cara de niño bueno. Ya te vale, mi amor, me dice y solo quiero que se pare el tiempo, y que se quede ahí a mi lado, sonriendo.
Y este silencio de mirarnos antes de cerrar los ojos para encontrarnos en el tercer sueño a la izquierda, callejón sin salida ni ropa, con alguna canción que me sepa de memoria y te diga al oído. con las sábanas sucias de nosotros, el despertador no molesta en este momento. Mientras los besos que todavía no te he dado me molestan en la lista de espera de mi boca. Su risa es un vicio y lo demás me da igual. Por eso, me pongo serio y romántico, y con cara de niño bueno. Ya te vale, mi amor, me dice y solo quiero que se pare el tiempo, y que se quede ahí a mi lado, sonriendo.
